La encarnación de la ironía

Herber
2 min readApr 6, 2020

La humanidad, esa especie de seres vivos, habitantes del planeta tierra que durante los últimos diez mil años ha modificado la estructura de su entorno con el objetivo de multiplicarse y vivir más.

Usando herramientas para moldear su entorno e ideas colectivas para hacer lo mismo con su realidad.

Una pintura de hace 15.000 años encontrada en una cueva en España, retrata la recolección de miel de un panal. Se usaba humo para dominar a las abejas. Credit…Thierry Berrod/Mona Lisa Production/Science Source

Durante varios miles de años y un par de impulsos a los que nos gusta llamar revoluciones, llegamos hasta los últimos 100 años, que verdaderamente rompieron los límites naturales de nuestra especie.

Se lograron alinear varios de los artilugios creados en nuestra mentalidad colectiva que permitieron la colaboración de muchos individuos, inclusive con objetivos diferentes. Un nuevo sistema económico (Como decidimos llamarlo) encontró en la ciencia y los avances tecnológicos nuevas maneras de crear valor para los individuos. Esto fue tan evidente que la parte de la sociedad dedicada a dirigir y tomar decisiones (Gobiernos, como normalmente los denominamos) decidió impulsar aquella relación.

Se desencadenaron entonces esas décadas en que los los mismos límites naturales empezaron a sufrir cambios. Empezamos acrecentando nuestra longevidad y terminamos encontrando maneras de modificar nuestra estructura genética. Cambiamos nuestra manera de construir y vender bienes y servicios, de tal manera que incluso detuvo conflictos bélicos a cambio de poder comerciar con ellos. Nos hizo entender aspectos de las partículas elementales del universo, y ahora las usamos para conectar el mundo entero enviando información literalmente a la velocidad de la luz. Salimos del planeta, logramos pisar nuestro satélite natural y conseguimos fotografiar nuestro planeta desde los límites del sistema solar.

Grandes e impresionantes logros colectivos, pero los motivos individuales nunca cambiaron. Las diferencias de conocimiento, poder adquisitivo e influencia son mas grandes que nunca. El uso desmedido de los recursos que el planeta nos brinda, y el hecho de que no afecte de manera inmediata, hace que estúpidamente pongamos ese hecho en irrelevancia.

Nuestro egoísmo, quizá inherente a nuestra naturaleza humana, combinada con nuestra gran capacidad cognitiva, logró construir un sistema en el que colaboremos ganando lo que queremos. Y allí radica la fragilidad del mismo, porque mientras no se gane, el sistema no funciona. Y hoy una molécula que precisamente surge como una ligera deficiencia en nuestro mecanismo evolutivo, no nos deja ganar.

La humanidad es la encarnación misma de la ironía.

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Herber

TypeScript programmer and software passionate. Working on a dream called R10C Technologies https://github.com/Herber230