¿Y vos qué opinás?

Herber
6 min readFeb 14, 2021

El establecimiento de la ley de Hubble respalda una de las teorías mas atractivas a mi parecer de como funciona nuestro universo. Esta ley indica que las distancias a las demás galaxias tiende a aumentar de manera exponencial, y lo sabemos gracias a que el efecto Doppler hace que la luz (tratada como onda) proveniente de ellas tienda al rojo, un efecto similar a como notamos el sonido de un vehículo que se aleja de nosotros. Dicho de otra manera, podemos ver al cielo en una noche estrellada, e imaginar como todo se aleja de nosotros.

¿Si todo se aleja de nosotros entonces significa que somos el centro del universo?

Aunque suena genial, el universo se considera isótropo y homogéneo, es decir que no hay un centro ni ningún lugar especial o diferente a gran escala. Da lo mismo estar en nuestro sistema solar a estar en algún otro sistema en Andromeda, observar el cielo significaría ver que todo se aleja.

Estas contraintuitivas formas de pensar sobre como funciona el universo solo han sido posibles gracias millones de mentes humanas que han compartido, discutido y probado ideas nuevas. Pasamos como humanidad de considerarnos el centro del sistema solar a entender que en el universo y el tiempo somos un punto minúsculo y prácticamente insignificante.

Un punto azul pálido (Pale Blue Dot). Puede observarse la Tierra como un punto de luz entre blanco y azulado situado en la franja marrón de más a la derecha de la imagen. La fotografía fue tomada a una distancia de 6000 millones de kilómetros de la Tierra por la Voyager 1 en 1990.

Sin embargo, algo en la última década parece estar cambiando nuestra manera de pensar de una manera mucho menos orgánica. El internet y las redes sociales han cambiado nuestras vidas de muchas maneras, alimentando nuestros sesgos y egos, lanzando cantidades de información inmanejables, permitiéndonos actuar sin la necesidad de personificar nuestras opiniones y comentarios, y finalmente haciéndonos olvidar que que realmente estamos lejos de saberlo o todo y mucho menos ser el centro del universo.

En algún momento se volvió común entrar a los comentarios de publicaciones en Facebook o las respuestas de Twitter, y ver a tantas personas debatiendo, argumentando, atacando e incluso insultando porque creen fervientemente que una opinión es válida por sobre todas las demás. Este no sería un problema serio si solamente se limitara a las redes sociales, pero nada mas alejado de la realidad. El comportamiento de las masas ahora más que nunca puede verse afectado por la opinión de algunas personas, o alguna idea que de retweet en retweet va cobrando fuerza. Las elecciones de Estados Unidos o las protestas en mi país Guatemala muestran que sin importar el contexto, origen o veracidad de las publicaciones, estas se pueden volver poderosas.

Mi objetivo en esta publicación no es para nada decir que puede estar bien o que puede estar mal, porque creo que es mas que claro que estar de acuerdo es algo complicado hoy en día. Lo que realmente quiero es simplemente hacer un llamado al autoanálisis, que podamos cuestionar nuestros propios pensamientos, que hagamos una introspección de lo que publicamos y tratemos de considerar los resultados de nuestras palabras en comentarios o reacciones hacia opiniones contrarias a las nuestras.

Ganar y perder

¿Realmente la única y mejor forma de ganar es imponiendo nuestro punto de vista? ¿Aprender no sería en sí mas importante que ganar?

Esta típica dicotomía nos cierra la puerta grandes posibilidades. Si bien logramos ganar e imponer nuestro propio argumento sobre el de alguien mas de una forma agresiva, la otra persona se sentirá atacada y naturalmente va a defenderse como si de un ataque personal se tratara, y en este punto ya no habría forma de convencerla realmente o de siquiera llegar a un acuerdo. Por el contrario si perdemos bajo esta forma de pensar totalmente contrastada, no valoramos el conocimiento que alguien mas podría estarnos trasladando y que seria a nuestra manera de pensar como un cimiento más firme sobre el cual apoyarse.

Ed Catmull en su libro Creatividad S.A., menciona una de las cualidades más conocidas de Steve Jobs, su intensidad al discutir y defender una idea, pero aclara que con el paso de los años noto que no le importaba que esas ideas fueran suyas totalmente, sino que simplemente fueran las mejores. Es decir que cuando en medio de una discusión descubría que alguien tenia un argumento mejor al suyo, simplemente cambiaba de parecer en un instante y empezaba a defender el nuevo concepto con la misma intensidad que el anterior. Tener la razón era secundario frente a tener la mejor razón.

Humildad

Entrar a una discusión con prejuicios o predisposiciones puede impedir muy fácilmente que una conversación sea rica en ideas, porque constantemente encontraremos formas para contradecir o descartar argumentos ajenos sin siquiera prestar atención a los que sí podrían enriquecer nuestra propia manera de pensar. Incluso podemos llegar a escuchar tan atenta y diplomáticamente pero con la única intención de encontrar un hueco que alimente nuestros sesgos, y que terminemos cayendo en la poco ética manipulación. Lo que verdaderamente deberíamos hacer es contrastar las ideas que se nos presentan frente a las nuestras, y ver la posibilidad encontrar nuevas y mejores formas de pensar.

Cuando Sócrates se dio cuenta de que todo el conocimiento que había adquirido solamente le permitía estar seguro de lo mucho que no sabia, solamente le quedo pensar en aquella famosa frase.

Objetividad

Hay demasiadas falacias hoy en dia, ideas que a simplemente parecen tener sentido porque alimentan una popular idea ya en nuestra mente, o que su estructura en sí es atractiva. Queda en nosotros analizar verdaderamente si un argumento es válido y puede sostenerse por sí mismo, sin importar de quien proviene o bajo qué condiciones fue formulado. Somos seres emocionales, y aunque nuestra naturaleza tiende claramente a implicar aspectos personales a cada discusión, es esencial enfocarnos en el punto principal que esta siendo debatido o presentado si realmente queremos sacar el máximo provecho de un debate o de una discusión.

Personalmente me he dado cuenta de que muchas veces no estoy de acuerdo con una idea no porque esta sea mala o incorrecta, sino porque simplemente aún no conozco los suficientes detalles para poder asimilar un nuevo modelo de pensamiento.

Empatía

El más importante a mi parecer de los aspectos presentados aquí, ponerse en los zapatos de las demás personas quizás sea la única manera de entender por qué una idea está siendo defendida de la manera en que lo hace.

Nuestra época claramente está marcando el que será el futuro de nuestra especie en general. La polarización de ideas, ese conjunto de formas de pensar empaquetadas que parece irse convirtiendo en un paradigma, en una forma de separar bandos de una manera predeterminada, que cuyas discusiones alcanzan puntos de obstinación críticos, pareciera ser muy poco saludable para la humanidad. Yuval Noah Harari y Michael Sandel en sus libros 21 Lecciones para el Siglo 21 y La Tiranía del Mérito respectivamente, muestran aspectos fundamentales en los que debemos ponernos de acuerdo como especie para dejar a un lado nuestras diferencias antes de que los daños sean irreversibles. Aspectos tan complejos e importantes que sólo podrían discutirse siendo empáticos.

Cambiar de parecer no debería ser considerada una debilidad. Pensar igual o diferente a los demás no debería ser una regla escrita en piedra. Discutir abiertamente, cuestionar ideas y comprobar leyes han sido pilares para el progreso de la humanidad, así que hoy más que nunca es importante que sigamos haciéndolo de manera objetiva, porque nos queda claro que un virus puede no distinguir entre conservador y liberal, y que tanto derecha o izquierda necesitan un planeta Tierra en el cual existir.

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Herber

TypeScript programmer and software passionate. Working on a dream called R10C Technologies https://github.com/Herber230